Mateo 5:30 "Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno".
¿De qué sirve el sacrificio si no hay obediencia? El Señor quiere de nosotros un corazón sincero, no una conciencia llena de acusaciones, el pensar que con cortar una parte de mi cuerpo me puede salvar sería ilógico. Jesucristo quiere que cortes de ti el pecado no tu mano, no quiere que te saques tus ojos, él quiere que dejes de ver eso que hace que tu conciencia te mortifique.
Jesús nos enseña que debe de haber una circuncisión y es la del corazón, si fuera lo contrario por cada pecado tendrías que cortarte una parte de tu cuerpo. Todas las personas tenemos debilidades, por ello lo que debemos hacer es evitar lugares, situaciones o personas que nos puedan hacer caer.
¡Porque más vale renunciar a algo que nos gusta y salvar nuestro espíritu, que a causa de un vicio acabar al final en el infierno!
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