1º de Corintios 7:10 "Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido"
Y si sigues la lectura dice: "el marido no abandone a su mujer". Todos tenemos problemas y Dios sabía que los íbamos a tener también en nuestro matrimonio, por eso nos aconseja de esta manera, y es que la mayoría de ocasiones creemos que la solución es separarse y cada quien por su lado, recojo mis maletas y se acaban los problemas, la solución más rápida pero la más incorrecta.
Si Dios fue el que te unió en matrimonio ¿por qué deshaces la obra de Dios? Y si Dios no fue el que te unió entrégale tu matrimonio al Señor y deja que él los una, el matrimonio debe ir acompañado de una buena dosis de perdón, si tú no tuviste la culpa no importa demuestra humildad, no dejes que el sol se ponga sobre tu enojo, porque en un día no se forma el rencor y el resentimiento, se necesitó de varios días sin pedir perdón e irte a acostar enojado(a) para que se formara la raíz de amargura.
Reconciliate dice el Señor, dialoga mucho con tu pareja, los dos son ayuda idónea, ambos son frágiles y los dos necesitan de mí.
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