1º de Corintios 3:14 "Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa".
Decía Pablo, yo sembré, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Sobreedificar es construir sobre una obra ya existente y Jesús decía que había que construir sobre un buen cimiento, sobre la roca, sobre la palabra de Dios.
Tú puedes ser el constructor de tu vida y también de otra persona, si no te apartas de la obra que Jesús estableció y edificó; imagínate que estamos construyendo una casa, pero la obra se detiene porque no calculé bien los materiales, Jesús dijo que seguramente los demás cuando vean la casa a medias se burlaran de ti.
Así que si vamos a construir nuestra casa o la de otro, que sea en el cimiento de la palabra de Jesucristo, porque si te desvías de su palabra, es como si estuvieras construyendo sobre la arena y quizás se te acaben las fuerzas, el deseo, el ánimo, el positivismo, las ganas de luchar, y es que cada vez que llueve, el agua se lleva la arena y tu casita se derrumba poco a poco, tu corazón que es la casa de Dios muere poco apoco.
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