Levítico 19:11 "No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro".
Ante los ojos de Dios no te puedes esconder, no te puedes justificar, no seas dueño de lo ajeno, ante la ley terrenal robar tiene su castigo y si te capturan tu hoja de delincuencia quedará manchada, las personas tomarán un concepto malo de ti y nadie te tendrá confianza.
Es irónico como todas las personas dicen creer en Dios pero con sus hechos lo niegan, porque el mismo ladrón antes de irse a robar le dice a Dios que lo cuide y lo acompañe, haciendo de aquella mala práctica su trabajo.
No robes ni compres al que roba por ahorrarte un poco de dinero, porque al tú saber de dónde procede aquello que estás adquiriendo estás actuando de mala manera, Dios es justo y te dará lo que siembres, él todo lo ve.
Teme a Dios y amalo de corazón, ¡no con palabras sino con hechos!
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