Isaías 58.11 "Jehová te pastoreara siempre y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan".
Es inevitable que en nuestra vida hayan momentos de dolor, tristeza, confusión, vacío, hay circunstancias en las cuales sientas que una espada traspasa tu corazón como a María, la madre de Jesús, sientes que ya no puedes más y la única salida es la peor.
Dios permite que hayan esos momentos de prueba y lo hace con un propósito, que reconozcamos que solos no podemos, que nos humillemos ante su presencia y reconozcamos que él es indispensable para nuestra vida, y cuando lo hagas está la promesa de que él va ser el que sacie tu alma y te dé nuevas fuerzas para seguir.
Él te dice: no desmayes porque yo estoy contigo, yo soy el que te sostiene de tu mano derecha y te dice no temas yo te ayudo, él es nuestro príncipe de paz.
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