viernes, 27 de marzo de 2020

UNA CARTA SINCERA PARA MI PRÓJIMO| MOVIMIENTO DE FE





Salmo 91:1 y 2 "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré". RV 1960

"El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.Yo le digo al Señor:Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío". NVI

En tiempos de covid-19, este verso y en general todo el salmo 91 ha tomado relevancia. Sin embargo quisiera ahondar en esta porción biblica, y la implicación en nuestras vidas.

Nuestro Padre nos ama, con el coronavirus o sin él, siempre nos ha amado, su palabra está llena de promesas para sus hijos, pero como hijos también tenemos nuestra parte, el salmo 91 en su primer verso menciona una palabra clave "habitar", esta palabra proviene del verbo habito, como algo que haces frecuentemente, sin embargo los creyentes la hemos sustituido por la palabra "visitar".

Habitar nos da un sentido de pertenencia, le pertenecemos al Padre y por eso habitamos libremente en su presencia, por eso te pido no te conviertas en un visitante (No tiene nada que ver con templos), visitar no es un habito, generalmente lo hacemos cuando estamos aburridos, cuando tenemos un problema, o necesitamos algo, entonces acudimos a visitar al Padre a ver qué puede hacer por nosotros, y te lo digo con toda certeza Él puede hacer todo, pero si hay dos niños desnudos y hambrientos, uno de ellos es tu hijo, solo cuentas con una mudada y un plato de comida, ¿a cuál de los dos atenderías?

Juan 1:12 dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

Al igual que cuando pequeños, eramos instruidos y corregidos por nuestros padres terrenales, así Dios con nosotros, por muy mayores que estemos Él quiere guiarnos, su palabra nos pide que escuchemos enseñanza, y estemos atentos, para que conozcamos cordura (Proverbios 4:1). Pero cómo puedo ser instruido si no le busco, cómo voy a saber lo que le agrada y lo que no, si no leo su palabra, Dios tiene mejores planes para nuestra vida, ¿cómo conocerlos? Necesitamos habitar en su presencia.

Te hablaré desde mi experiencia con Dios, nací en el evangelio, me llevaron a la iglesia desde pequeña, pero le acepté en mi adolescencia, fue cuando le dije a mi Padre que le aceptaba con todo mi corazón y desde entonces me mantengo en esta lucha, por qué le llamo lucha, por que no te voy a mentir, no es facil, necesito vencer mi carnalidad todos los días, debo pedir perdón todos los días, sigo siendo imperfecta, barro en sus manos todos los días.

Se que mi caracter aún necesita transformación, aún estoy en las manos del alfarero, pero mi vida tiene paz, paz sobrenatural que nada ni nadie me la puede dar, por que conozco a Dios, se quién es mi Padre, por eso me aferro a Él, le cuento mis afanes, mis tristezas y alegrías, y es esencial como el aire que respiro.

También he tenido problemas, he pasado por la enfermedad, hubieron dos ocasiones en mi vida en que sentí morir, pero Dios no soltó mi mano en ningún momento y mi convicción por Él se afirmó. Por eso anhelo con todo mi corazón que te encuentres con Él, quiero que conozcas el amor más profundo y verdadero que pueda existir del cual ni la misma muerte puede separarnos (Romanos 8:35 al 39).

Estoy segura que le conoces, se que has escuchado de sus milagros y proesas, ¿Te conoce Dios a ti?, y talvez diras, "claro que me conoce, Él sabe todas las cosas y por Él estoy en este mundo", pero sabes no es suficiente, Él pide que vivamos bajo la voluntad de Dios (Mateo 7:21 al 23).

¡Es el momento de construir una relación habitual, estrecha y cercana con el Creador, entonces todo lo que te parece imposible dejar, cambiar y alcanzar sucederá!